Inicio ● Info a la Comunidad ● Terceros Molares

TERCEROS MOLARES (Descargar)

Los terceros molares o muelas del juicio no siempre logran erupcionar completamente (ocupar su 
lugar en la boca).

Esto genera un espacio difícil de limpiar en el cual se acumulan  restos de alimentos, se forma  placa 
bacteriana y se produce una  inflamación de la zona  llamada pericoronarítis,  aguda o crónica y puede 
conducir a situaciones molestas para  la vida del paciente. 
Entre el diente retenido y el diente contiguo, se crea un espacio casi cerrado, protegido de un saco o 
capuchón mucoso que no tiene tendencia a retraerse y donde van a multiplicarse los microorganismos.
La cavidad bucal ofrece un ambiente microecológico favorable para la radicación de múltiples 
microorganismos y está poblada por una variedad de géneros y especies de bacterias y hongos.
La boca es una de las más complejas y heterogéneas partes del cuerpo donde habitan los 
microorganismos, predominando los anaerobios (estreptococos y lactobacilos), y aerobios, por lo que 
se produce un crecimiento bacteriano activo en un medio ideal. Debajo de la mucosa peridentaria existe 
un espacio donde hay humedad, tibieza, protección, alimentos y oscuridad.
La irritación de la mucosa también puede ser traumática. Es producida por las cúspides del molar antagonista 
dado la  vitalidad disminuida de los tejidos e invasión de microorganismos.

La edad de inicio para los fenómenos patológicos es muy variada y tiene unos límites muy amplios; 

lo más común en nuestro medio es en la década de los 20 a los 30 años de edad. 
Las formas de manifestación clínica  de esta molestia son muy variadas en función de los factores 
locales y generales, ya analizados, y del equilibrio entre el sistema defensivo orgánico y la actividad 
bacteriana. 


Se manifiestan dolores más intensos que se irradian a amígdalas, oído y hacen desviar el diagnóstico, 
por la atipicidad de la sintomatología. La región retromolar es turgente, el eritema se extiende hacia la 
faringe y al pilar anterior del velo del paladar, aparece trismo o limitación a la apertura bucal de poca 
intensidad, disfagia, puede revelar una infección más grave que se confirma por examen endobucal, la 
palpación es más dolorosa y la presión encima del capuchón mucoso y el diente provoca la salida de 
una pequeña cantidad de pus, presencia de adenopatía en la cadena ganglionar submandibular dolorosa 
a la palpación. 

La evolución es similar a la de la forma congestiva o serosa, puede aún regresar, aunque es más raro; las 

recidivas se separan por períodos de acalmia (disminución del dolor) variables, y el paso a la forma 
crónica es frecuente; aunque la pericoronarítis, tiene el peligro sobre todo, de ser el punto de partida de 
una complicación infecciosa más grave: celular, mucosa, ganglionar u ósea. 

Tratamiento:
Los pilares básicos a considerar en el tratamiento de las infecciones odontógenas se concretan en dos: 
- Uso de antimicrobianos. Terapéutica antibiótica. 
- El Tratamiento quirúrgico.