TERCEROS MOLARES (Descargar)
Los terceros molares o muelas del juicio no siempre logran erupcionar completamente (ocupar su
lugar en la boca).
lugar en la boca).
Esto genera un espacio difícil de limpiar en el cual se acumulan restos de alimentos, se forma placa
bacteriana y se produce una inflamación de la zona llamada pericoronarítis, aguda o crónica y puede
conducir a situaciones molestas para la vida del paciente.
bacteriana y se produce una inflamación de la zona llamada pericoronarítis, aguda o crónica y puede
conducir a situaciones molestas para la vida del paciente.
Entre el diente retenido y el diente contiguo, se crea un espacio casi cerrado, protegido de un saco o
capuchón mucoso que no tiene tendencia a retraerse y donde van a multiplicarse los microorganismos.
capuchón mucoso que no tiene tendencia a retraerse y donde van a multiplicarse los microorganismos.
La cavidad bucal ofrece un ambiente microecológico favorable para la radicación de múltiples
microorganismos y está poblada por una variedad de géneros y especies de bacterias y hongos.
microorganismos y está poblada por una variedad de géneros y especies de bacterias y hongos.
La boca es una de las más complejas y heterogéneas partes del cuerpo donde habitan los
microorganismos, predominando los anaerobios (estreptococos y lactobacilos), y aerobios, por lo que
se produce un crecimiento bacteriano activo en un medio ideal. Debajo de la mucosa peridentaria existe
un espacio donde hay humedad, tibieza, protección, alimentos y oscuridad.
microorganismos, predominando los anaerobios (estreptococos y lactobacilos), y aerobios, por lo que
se produce un crecimiento bacteriano activo en un medio ideal. Debajo de la mucosa peridentaria existe
un espacio donde hay humedad, tibieza, protección, alimentos y oscuridad.
La irritación de la mucosa también puede ser traumática. Es producida por las cúspides del molar antagonista
dado la vitalidad disminuida de los tejidos e invasión de microorganismos.
dado la vitalidad disminuida de los tejidos e invasión de microorganismos.
La edad de inicio para los fenómenos patológicos es muy variada y tiene unos límites muy amplios;
lo más común en nuestro medio es en la década de los
Las formas de manifestación clínica de esta molestia son muy variadas en función de los factores
locales y generales, ya analizados, y del equilibrio entre el sistema defensivo orgánico y la actividad
bacteriana.
Se manifiestan dolores más intensos que se irradian a amígdalas, oído y hacen desviar el diagnóstico,
por la atipicidad de la sintomatología. La región retromolar es turgente, el eritema se extiende hacia la
faringe y al pilar anterior del velo del paladar, aparece trismo o limitación a la apertura bucal de poca
intensidad, disfagia, puede revelar una infección más grave que se confirma por examen endobucal, la
palpación es más dolorosa y la presión encima del capuchón mucoso y el diente provoca la salida de
una pequeña cantidad de pus, presencia de adenopatía en la cadena ganglionar submandibular dolorosa
a la palpación.
La evolución es similar a la de la forma congestiva o serosa, puede aún regresar, aunque es más raro; las
recidivas se separan por períodos de acalmia (disminución del dolor) variables, y el paso a la forma
crónica es frecuente; aunque la pericoronarítis, tiene el peligro sobre todo, de ser el punto de partida de
una complicación infecciosa más grave: celular, mucosa, ganglionar u ósea.
Tratamiento:
Los pilares básicos a considerar en el tratamiento de las infecciones odontógenas se concretan en dos:
- Uso de antimicrobianos. Terapéutica antibiótica.
- El Tratamiento quirúrgico.